Para Paz y Paco, lo importante de su boda era la fiesta, disfrutar de los invitados y pasarlo en grande. Por eso que decidieron celebrar el banquete en la finca familiar. Si es tu casa, no hay hora de cierre, ¿no?.
El día empezó en la casa con mejores vistas de la playa de Es Canutells, y el padre de Paz explicándome el inmenso placer de salir a la terraza por la mañana a tomar el café y sentir como el azul turquesa del mar mediterráneo te rodea.
Como la cosa iba de vistas espectaculares, la ceremonia se celebró en el santuario de Monte Toro, el punto más alto de toda Menorca y desde el cual -en días claros- se ve buena parte de la isla. Siendo paracaidista de la Legión, Paco y buena parte de los invitados vestían el uniforme militar legionario de gala, y al salir de la iglesia se hizo un pasillo de sables que terminó con de besos y abrazos hacia la pareja. Este es uno de mis momentos favoritos de la boda.
Paramos a hacer una pequeña sesión de pareja de camino a la finca, y al llegar, dos amigos de Paz los recibieron cantando mientras la luz del atardecer inundaba todo. S’Algar Catering fueron los encargados de decorar la finca y servir una cena tipo buffet, que terminó con uno de los momentos más divertidos de la boda: el brindis legionario. Todos los invitados recitando y gritando al unísono un poema que se cierra con un chupito de «leche de pantera».
Vestido: Immacle | Catering: S’Algar | Ramo: Es Girasols | Coche: Gaspar Melsión | DJ: Mgnfque